La ONU ha publicado su estudio anual sobre las normas sociales de género a nivel mundial: Gender Social Norms Index (GSNI). Este índice se calcula utilizando datos del World Values Survey (WVS) y cuantifica los prejuicios existentes sobre las mujeres. Su método se centra en plasmar las actitudes de la población en referencia al rol de las mujeres en cuatro ámbitos: política, educación, economía e integridad física.

Algunos de los resultados más destacados reflejan la infravaloración de las capacidades y los derechos de las mujeres en la sociedad. Estas creencias vienen marcadas por normas sociales heredadas que establecen estereotipos sobre las habilidades de cada género. De hecho, 9 de cada 10 personas mantienen ideales de sesgo de género a nivel mundial, mientras que en España hablamos del 50,74%. Incluso en los países más desarrollados con índice de desigualdad más bajo, más de un cuarto de la población tiene al menos una creencia normativa cultural contra el rol femenino.


Las mujeres en roles de liderazgo

El GSNI revela que la mitad de la población mundial tiene la creencia de que los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres. Además, un 43% cree que son mejores en los cargos de Dirección Ejecutiva. A estos datos se suma el hecho de que las mujeres tienen muy poca representación en los roles de liderazgo político y administraciones públicas. Tan solo un 11% de los jefes de estado son mujeres. Así mismo, solo un 9% son partícipes en el gobierno y un 22% son ministras. Lamentablemente, a aquellas mujeres que consiguen llegar a cargos de ministra, se las suele encasillar en departamentos relacionados con el cuidado.

Los estereotipos sociales restringen las opciones y las oportunidades de las mujeres en el ámbito laboral, ya que establecen limites en lo que se espera que las mujeres sean. En algunos casos la política ha jugado un papel importante en pro de la igualdad, como el movimiento internacional de la educación primaria y secundaria universal. Esto ha impulsado que más mujeres continúen formándose a nivel profesional y universitario. No obstante, aunque las brechas salariales dejan de estar justificadas por una educación inferior de las mujeres, continúan latentes a causa de los estereotipos y expectativas sobre éstas. Por ejemplo, se espera equivocadamente que una mujer dedique más tiempo en los cuidades de los hijos y familiares que los hombres.

A favor de la igualdad, estadísticamente se ha demostrado las mujeres líderes prestan mayor atención a las necesidades de las mujeres, niños y comunidades vulnerables y marginadas, ofreciendo mejores servicios públicos. A diferencia de los hombres, las mujeres tienden a tomar decisiones moderadas en vez de decisiones extremas. De hecho, en el año 2000, el Consejo de la Seguridad de la ONU adoptó la resolución 1325 sobre Mujeres, Paz y Seguridad, poniendo en relevancia el papel clave que tienen las mujeres en la resolución de conflictos y construcción y mantenimiento de la paz.


El papel de las empresas

Las empresas y las organizaciones son una pieza muy importante a la hora de cambiar las normas sociales y los estereotipos asociados al género. Al contratar más talento femenino se abren puertas al enriquecimiento global y se proporcionan referencias para otras mujeres, generando así, más talento.

Aunque queda mucho trabajo por hacer, desde eDiversa Group estamos involucrados en diversas iniciativas con el objetivo de abordar los sesgos de género latentes en el sector tecnológico. Una de nuestras iniciativas estrella es el desarrollo de un Plan de Igualdad, que estamos analizando mediante un meticuloso estudio de todas nuestras áreas y necesidades de los integrantes de la empresa, como son los salarios, la flexibilidad horaria, la comunicación interna y externa, etc. Éste pretende abarcar la Igualdad en todos los ámbitos de la palabra, intentando crear una sociedad más justa para todas las personas a partir de nuestro pequeño granito de arena.


eDiversa Group, empresa conectada con la Igualdad.