El sector tecnológico históricamente ha sido masculino y hoy en día, por desgracia, sigue siéndolo. Las mujeres, como en muchos otros sectores, no llegan a representar ni el 30% del total.

El mes de marzo siempre está marcado por la celebración del día de la mujer trabajadora. Siguiendo esta tendencia, ponemos el foco en la presencia femenina en nuestro sector de actividad, el tecnológico. En el ámbito profesional seguimos muchos patrones por costumbre, sin pararnos a pensar si con estos perseveramos en la lacra histórica de las diferencias entre géneros. Son muchos los sectores donde no existe la paridad. Las áreas de educación, sanidad o asistencia social tienen una representación femenina de alrededor del 70%. En cambio, en el ámbito de la tecnología las mujeres representan el 29% del total.

Las desigualdades en el sector tecnológico empiezan en las aulas. Siguen a la hora de buscar trabajo, ya que en muchas ocasiones se cuestiona los conocimientos o capacidades de las mujeres, alejándolas de los altos cargos, y terminan con la brecha salarial.

El Observatorio de Igualdad y Empleo, en el estudio Competencias transformadoras para la igualdad de género en la sociedad y la economía digital (junio 2020), confirma la gran diferencia -de número- entre mujeres y hombres asalariados en este sector. De cada 10 solo 3 son mujeres. El estudio también comenta la diferencia de especialización entre sexos: los puestos más técnicos están ocupados mayoritariamente por hombres.

Según Barcelona Digital Talent, las emprendedoras ‘techies’ solo representan el 15% del total de star-ups del sector. Aún más discreta es la representación femenina en los altos cargos de las empresas digitales, con solo un 6%. Además, los últimos datos del Instituto Nacional de Estadísticas fijan en un 11% la brecha salarial en la industria tecnológica, una cifra que ha disminuido un 7% desde el 2010.

Un estudio del Instituto de la Mujer y ONTSI, Mujeres y digitalización: de las brechas digitales a los algoritmos, afirma que solo un 2% del total de mujeres asalariadas en España trabajan en el sector TIC, frente al 5,7% de ocupación masculina. Esta escasez de mujeres en el ámbito tecnológico refuerza el concepto del techo de cristal. La conciliación de la vida personal y laboral de las mujeres es más complicada que en otros sectores, ya que son la minoría del colectivo y deben decidir si apostar por una mejoría en el trabajo o dar otro paso en su vida personal, con la maternidad, por ejemplo. Además, existe una gran fraternidad entre hombres, que desplaza a las mujeres a posiciones más vulnerables.

Es cierto que queda un largo camino por recorrer para conseguir la igualdad y equidad en los sectores TIC. Pero, como dato para la esperanza, de un tiempo a esta parte la situación de las mujeres ha ido mejorando y se va ganando terreno.